Quireboys, formación originaria de Newcastle y que pronto nos visitará, siendo uno de los conciertos recomendados por circulorock, y que por desgracia no goza de éxito que se merecen y que dejaron atrás con su magnifico debut allá por al año 1.990, quizá consecuencia de su escaso bagaje discográfico, ya que el disco que no ocupa es tan solo su quinto trabajo.En esta ocasión nos deleita con un soberbio trabajo, oscilando entre el intimismo Spike y el Rock n Roll inglés más clásico, intercalando ambas partes a lo largo del disco con gran inteligencia y armonía, dando así al trabajo una gran homogeneidad.
Desde la primeras notas y acordes de su primer tema “I love this dirty town”, ya se puede hacer una idea de lo que nos vamos a encontrar, rock n roll tabernero, sucio pero dotado de gran sensibilidad, como puede resumir el título de la canción, como una clara declaración de intenciones, y con unos teclados muy presentes en todo el disco por parte de Keith Weir que hacen que no pares de mover los pies.
El resto del disco, como ya hemos dicho alterna esos temas puro rock n roll, como “Louder”, “Blackwater”, con un comienzo de tema un tanto irregular, pero que va ganando e intensidad, con un potente estribillo, que en mi opinión daría mucho juego en un directo.
“One for the road” y “Hall of Shame” recuerdan a Cinderella, siendo esta última un tanto más blusera.
“Josephine” tema corto, desenfada e intenso que, salvando las distancias y los estilos, tiene cierto regustillo a Status Quo.
“Fear whitin´ the lie” no relaja, y siendo su cuarto corte, entra dentro de esa vertiente más íntima del disco, que gana intensidad con los increíbles registros del Sr. Spike y el felling que transmite a la guitarra Guy Griffin´. En esa misma línea nos encontramos “Late night saturday call”, quizá el tema más flojo, “Take a look at yourself”, o “Hello” temas para disfrutar tumbado en el sofá con unos auriculares y recrearse con todos los matices que desprende cada canción.
Pero si hay un tema que destaca por encima del resto es sin duda “Mona Lisa Smiled” y que ha sido, acertadamente el primer single de este trabajo, tema que aúna la parte más rockanrolera con la íntima, dando lugar a un medio tiempo impresionante, donde todo esta en su sitio, con un gran estribillo, un felling que tira para atrás, dándole incluso una épica a la canción que me hace dar ganas de gritar y me pone los pelos de punta, sin duda es una de las mejores canciones que he podido escuchar en muchos años, y que a buen seguro se convertirá en un clásico de la banda, a la altura de su “7 o´clock”. Impresionante su solo.
En resumen disco altamente recomendable, con una gran sensibilidad y calidad al mismo tiempo que es muy difícil encontrar en estos tiempos modernos que corren.
FrodCatley
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