Corría en año 1988, Iron Maiden era la banda más importante y conocida dentro del Heavy Metal, lugar que a día de hoy continúan manteniendo, y después del controvertido en su momento “Somewhere in time”, trabajo que sin duda ha ganado con el paso del tiempo, donde introdujeron sonidos de sintetizadores, dando un toque más actual a sus composiciones, decidieron continuar con la senda iniciada, creando además sin duda el mejor trabajo de su carrera, donde se muestra a la banda en todo su esplendor.Desde la inicial recitada estrofa que abre y cierra el disco, dando paso a un inicio de sintetizadores, dejando claro de antemano por donde va a ir este trabajo, que va subiendo en intensidad, se abre “Moonchild”, temazo ideal para abrir un concierto, potente, pegadizo y muy directo que se graba rápidamente en nuestros oídos, continuando con la épico “Infinite dreams”, un tema que se inicia a modo de balada para ir creciendo en intesidad, hasta la apoteosis final, donde Bruce Dickinson muestra una alta gama de registros, con una de sus mejores interpretaciones a lo largo de su carrera.“Can I play with mandes” fue el elegido primer single, acompañado por un video que en su momento fue un habitual en la televisión, dirigido por el ex Monty Python Terry William, teme muy comercial y muy directo, apto para todos los públicos, y que en su momento fue considerado como el nuevo “Run to the hills”. “The evil than men do” es otro trallazo, muy directo, como la mayoría del disco, temas de fácil escucha, pero sin perder su identidad como banda de heavy metal. “Seventh son of a seventh son”, es sin duda el tema más complejo, con grandes cambios de ritmo e intensidad, con incorporación de partes orquestadas, muy en la línea de “Rime of the ancient mariner”. “The prophecy” quizá sea el tema más flojo del disco, pero que sería sin duda de los mejorcito si se hubiese incluido en otro trabajo posterior. “The claivoroyant” es el tema de lucimiento personal del señor Harris, donde hace virgerías con su bajo, siendo este el principal protagonista del tema. El disco se cierra con otra bomba como “Only the good die young”, también tema muy directo y comercial, que sirve de broche de oro.Sin duda este es el mejor disco de su carrera y cierra su etapa más gloriosa, atesorando una discografía hasta la fecha impresionante, superándose disco a disco, y donde cada uno de sus trabajos pueden ser considerados clásicos con mayúsculas. Lo que vendría después, a punto estuvo de dar al traste con su carrera, con abandonos, cambio de cantante y una carrera, que pese a que han parido algún gran trabajo como “Fear of the dark” o “Brave new world”, no han llegado ya a su mejor nivel.Otro punto fuerte es su portada, que tampoco han logrado ni tan siquiera acercarse a la calidad de las mismas, especialmente las comprendidas entre “Powerslave” y el presente disco. Un clásico por derecho propio.Frodcatley
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