Mucha curiosidad tenía en ver a unas de las bandas que fuera de nuestro rollo más me gustan, por su interesante propuesta, que pese a sus numerosas influencias, no dejan de tener un sonido propio, apoyado además por una gran calidad instrumental de sus tres genios, Mathiuw Bellamy, lider indisctuble, Dominic Howard, a los parches, y Chris Wolstenholme al bajo. Para quien no les conozca y quiera adentrarse en su discografía, decir que no estaría perdiendo el tiempo, ya que podrán reconocer influencias de los Queen más ampulosos, quizá la mayor referencia de esta gran banda de jóvenes virtuosos, pero podremos reconocer también ciertos ramalazos de Depeche Mode o Pink Floyd.
Tengo que reconocer que tenía ciertas dudas ante como se desenvolvería la banda ante un Estadio, y creo que en ese sentido la banda estuvo bastante cómoda, aunque reconozco que su música le va mejor a ubicaciones menos mastodónticas. No obstante, es una opinión personal, y poco objetiva de alguien a quien no le van demasiado los Megaconciertos, cierto que ganan espectacularidad visual, buen sonido, pero pierden en calor, y se convierte en buenos conciertos, sin más, muy profesional todo, pero frios.
En cuanto a lo que fue el concierto en si, decir que no se llenó el Estadio, habría tres cuartos de entrada, y bajo un gran escenario que imitaba una especie de cubo oblicuo formado de múltiples pantallas y coronado por una gran bola, estilo Daily Planet, y con veinte minutos de retraso, emergieron en el escenrios unos cincuenta figurantes portando numerosas banderas y con la marcial “Uprising”, dio comienzo el espectáculo, y quizá la nota más negativa del concierto, fue que el sonido no fue del todo lo que yo esperaba, no se si era por mi ubicación en el Fondo Sur, es decir, bastante lejos, pero bastante tranquilo para disfrutar del concierto, y el retardo que tenía las pantallas laterales con respecto a la actuación real, algo que es la primera vez que veo en un concierto, y que en ocasiones es un tanto molesto, ya que estando tan lejos, miras más a las pantallas, pero no acompaña los que oyes con lo que ves. La capacidad musical de los tres es impresionante y la forma de cantar de Bellamy igual, recordando en ocasiones a los agudos del mismísimo Freddy Mercury. La actitud de la banda en el escenario, quizá demasiado sobria y fría, algo que no me esperaba, apenas se dirigían al público y las pocas veces que lo hicieron fue si batería es que se encargaba de estas lides. Entre otras sonaron “United States of Eurasia”, que es un nuevo Bohemian Rhapsody, “Undesclossed Desires”, que para hacernos una idea, fue el momento que tan de moda se ha puesto en Macro conciertos de hacer un set acústico en un escenario más pequeño en el centro del escenario, pero aquí fue el momento más electrónico y sobre una plataforma elevada. “Unnatural selection” puso punto final a la primera parte del concierto, que después de una corta espera, y bajo los acordes de piano de “Take a bow”, pudimos ver aparecer un platillo volante de detrás del escenario sobrevolando las cabezas de los asistente, descolgándose de su interior una acróbata que la verdad fue bastante efectivo e impresionante, cerrando esta parte del concierto con “Knights of Cydonia”. Miró al reloj y llevaban sobre el escenario casi dos horas y dado que opté por ir en transporte público, decidimos abandonar el gran espectáculo que estábamos presenciando, ya que eran mas de las doce y ante la posibilidad de quedarnos sin metro con la salida masiva de 40.000 personas, lo consideramos la mejor opción. Aun así, de camino interpretaron por los menos dos temas más, por lo que tocaron más de dos horas.
En definitiva muy buen concierto de un pedazo de banda, pero que quizá se pueda apreciar en un recinto como el Palacio de Deportes, pero como ya digo es una opinión personal.
2 comentarios:
Hola
Sabes quién actuo en primera parte?
Ai te refieres a los teloneros, fueron THE BIB PINK seguidos por THE EDITORS
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