Gran expectación se había creado por ver a Kiss, tanta, que ya desde hace tiempo se agotaron las entradas, y no era para menos, ya que si no recuerdo mal, hace doce años que no venían a Madrid, concierto del cual tuve entrada, pero el cambio de fecha debido al aplazamiento por la huelga de camioneros franceses, no me vino bien y la tuve que devolver, pero me quité el gusanillo en el pasado Kobetasonic.A eso de las 8:15 llegamos al recinto en cuestión, y ya se podía ver gran ambiente, multitud de maquillaje y público de todas las edades. Como teníamos entradas de pista, con todo vendido decidimos ya acceder al recinto para encontrar una buena ubicación, algo que creo que mas o menos conseguimos.
Con puntualidad británica, tal y como estaba anunciado en las entradas a las 9:00 pudimos escuchar el famoso "you wanted the and you got the best the hottest band in the world, KISS", con lo que cae el telón negro que tapaba el escenario con el logo de la banda, apareciendo sobre una plataforma que se fue elevando Gene Simmons, Paul Stanley y Tommy Thayer, acompañados por una gran pirotecnia y en más que efectivo juego de luces para interpretar “Modern day Dalilah” de su último trabajo, destacando como punto positivo dos pantallas laterales y una macro pantalla al fondo que permitía disfrutar a todo el mundo de la fiesta que se avecinaba. El sonido no era aún todo lo nítido posible, pero se arreglo pronto. Una de las dudas que se habían generado en este concierto era el estado de voz de Paul Stanley, y creo que en ese sentido me lleve una grata sorpresa, está claro que sus mejores momentos han pasado, pero tampoco hay que olvidar que tiene más de 60 años, por lo que estuvo más que correcto, siendo consciente de sus limitaciones actuales y adaptándose a las mismas. Estuvo en todo momento muy comunicativo, ejerciendo como uno de los mejores frontman de la escena y también descansar la voz. Una vez terminado el tema se dirigió al publico en castellano, “no hablo mucho español, pero entiendo vuestros sentimientos”, recordatorio a sus inicios, y bajo la portada de su debut en las pantallas, “Cold Gin”, que una vez terminado el tema sonaron los primeros OES, lo que demostraba que estábamos entregados desde el principio, seguidos de otros clásicos de sus inicios como “Let me know”, “Firehouse”, nueva incursión a su trabajo más actual con “Say Yeah”, con buena respuesta y “Deuce”. Hasta el momento impecable, con Gene Simmons igual de espectacular y tengo que reconocer, que me gustó bastante Tommy Thayer. Ahora llegaba uno de los momentos más esperados, como era “Crazy nights”, y la verdad, que este quizá sea el punto negativo del concierto, la destrozaron literalmente, con un atropellado inicio y carente de fuerza y mal ejecutada, además se acortó por motivos obvios, ya que se eliminó la parte final de los falsetes de Stantey, tengo que reconocer que me dejó muy mal sabor de boca. Pese a desatino el nivel no decayó mejorando notablemente con “Dr Calling love” y “Shock me” con solo de batería a cargo de Eric Singer. “I´m animal” quizá fue el otro momento flojo del concierto, no por mala ejecución, sino por el tema en sí, apenas tuvo acogida entre los asistentes y creo que es un error mantenerlo en el set list, ya que su ultimo trabajo tiene mejores temas, seguido después con “100.000 years”. A partir de este momento, se iniciaba la fiesta máxima, con “I love it loud” con el inevitable solo de Simmons, su espectáculo se sangre, y se elevó a cielo, pera descender con otro gran clásico “Love gun” y un impresionante “Black diamond” a cargo de Eric Singer con pequeño homenaje a Zeppelín con el clásico riff de “Whole lotta love” y cerrando la actuación con “Detroit rock city”, con una espectacular pirotecnia.
Nuevamente sobre el escenario, Eric Singer, fuera de su instrumento, micro en mano, abre los bises con “Beth” y una de las sorpresas de la noche con una pequeña “Forever”. Después de estos momentos melosos, uno de los puntos álgidos de la noche, con “Lick it up”, impresionante la respuesta del público, seguida con “Shout it out love” o la discotequera “I was made for loving you”, uno de los temas que mas le cuesta a Paul en la actualidad, pero que esta vez lo solvento de forma correcta, desplazándose por una tirolina a una plataforma en el centro del Palacio, para regresar nuevamente con la versión de Argent y que ya es como suya “God gave rock n roll to you II”. Inevitable también el fin de fiesta con “Rock n roll all nite”, explosiones, fuego, serpentín, y un no poder parar los pies. Poco a poco esto llegaba a su fin y pudimos ver como se elevaba la batería y dos plataformas en las que estaban Simmons y Thayer, quedando sobre el escenario Paul Stanley, haciendo que rompía su guitarra, a más puro estilo Hendrix, todo ello sazonado con múltiples explosiones, y bañado por un espectacular juego de luces, y bajo una inmensa nube de papelitos, que aun lo hacia más espectacular si cabe, dando por finalizado un concierto que duró aproximadamente dos horas y cuarto.
Las sensaciones fueron muy buenas, la banda esta en forma, Paul mejor de lo esperado, y sin ser unos virtuosos, con unas canciones sencillas y facilonas nos ofrecieron un concierto de rock n roll fiestero 100 %, puro espectáculo y diversión, lástima el mal sabor de boca que me dejó Crazy nights, pero sin duda un notable alto para esto neoyorkinos, y esperemos que no sigan haciendo disfrutar, tanto de sus discos como de su directo.
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