Misión complicada la de elaborar la crónica del concierto que ofrecieron Queen y Paul Rodgers en el Palacio el pasado sábado, y más sin entrar en el inevitable debate que se generó en el momento en el que Rodgers, May y Taylor decidieron tirar palante con todo esto.Me gustaría responder al “crítico musical” del periódico El País, que entre otras cosas escribe sobre el concierto del sábado lindezas como “bufonada”, “banda tributo haciendo versiones de Queen”, o “¿ Por qué no ponen otro nombre a esta banda ?.
Pues bien, señor “crítico musical” de El País. Queen no debe de desaparecer por que lo hiciera Freddie, igual que no lo hicieron AC-DC cuando cascó Bon Scott, Thin Lizzy cuando Phil Lynott pasó a mejor vida, Uriah Heep cuando el gran David Byron se fue al otro barrio o los Lynyrd Skynyrd cuando varios de sus componentes, incluido su vocalista Ronnie Van Zandt se espachurraron en aquel avión…O qué cojones, porque ya lo decía el propio Freddie sabiendo que tenía los días contados : “The Show must go on”.
Nadie discute la grandeza de Freddie Mercury, pero no olvidemos que Queen eran tres miembros más que siempre demostraron su enorme calidad como músicos y aportando todos composiciones para la banda. El sonido Queen es además de la grandiosa voz de Freddie el inconfundible sonido de Brian May y su Red Special, o simplemente la variedad y riqueza que posee el repertorio de una banda que ha tocado todos los palos gracias a la versatilidad de sus cuatro músicos.¿ Que Paul Rodgers no es Freddie Mercury ? Todos lo sabemos, igual que sabemos que Freddie no es Paul Rogers. No deberíamos perder el tiempo comparando al uno con el otro.
Muchos de los que critican a Rodgers desconocen que este empezó a rocanrolear antes incluso de que Queen se formara como banda. Estamos hablando pues de un mito viviente con unas tablas y una calidad como vocalista que nadie puede discutir y demostrado con creces tras el alarde del sábado. Todo un monstruo.
Insisto en que el debate debería quedar fuera de lugar, ya que en definitiva lo que nos mueve es la música, y en ese sentido, ver a Brian May, Roger Taylor y Paul Rodgers juntos deleitándonos con los clásicos de Queen es un LUJO y cualquiera que no lo considere así es un papanatas.
En definitiva un Palacio lleno, un sonido excelente ( al inicio me pareció que a Rodgers no se le oía demasiado bien, cosa que se corrigió rápidamente ) y un repertorio lleno de clásicos yo diría que universales.
Cierto es que soy bastante ignorante en cuanto a la trayectoria de Rodgers en Free, Bad Company o en solitario, de ahí mi desconocimiento en cuanto a los temas que tocaron ( a excepción del archiconocido “All Rigth Now”).También decir que los temas en mi opinión prescindibles fueron los correspondientes al último trabajo Cosmos Rocks, exceptuando “Say It´s Not True” y el para mí acojonante y sin duda el mejor tema del disco “Cosmos Rockin´”.
De lo demás poco opinaré. Todos tenemos nuestras canciones favoritas entre tantas. Yo personalmente necesitaba sentir en vivo temas como “Fat bottomed girls”, “A Kind Of Magic”, “I Want It All”, “I Want To Break Free” y mi adorada “´39”.
Por otro lado tengo que decir que nunca me llevé bien con temas como “Another One Bites The Dust” o “ Radio Ga Ga” ( a la que siempre he tenido especial manía ).
Eso sí, si eché en falta un tema fue el “I Can't Get Enough Of Your Love” que ya sabemos que es un tema de Bad Company, pero yo contaba con ello y quedó pendiente…..
Moraleja: No más debates innecesarios pues. Disfrutemos de la música, que es lo que procede, y así todos saldremos ganando: “ We are the champions of te Woooorld !!!
Vasko
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